Bienestar Animal
Bienestar Animal Santuario Felino

El Lirio Azul

Este bello apartado está destinado a dar a conocer, al mayor número de personas posible, el santuario felino que he creado para favorecer la vida de los gatos que nacen en el exterior, sin que nadie se responsabilice de ellos.

El Lirio Azul Waldorf

A continuación, os presento este proyecto Santuario de preciosos felinos, que necesitan muchos cuidados y atenciones para su bienestar diario.

Santuario de animales de Cristina.

Historia especial por destino, Mis gatos y yo 

Hace ya cuatro años que el destino me trajo a este lugar, ubicado en la sierra noroeste de Madrid y rodeado de casitas bajas con jardines frente a la naturaleza, donde comencé a vivir en el campo.

Por aquel entonces mi familia animal estaba formada por dos adorables gallinas, Alegría y Cococó, a las que cuidé con esmero hasta su último suspiro, partiendo al cielo para alegrar los corazones de los ángeles.

El vacío que dejaron en mi corazón estas dos gallinitas cuando se marcharon fue tan grande, que comencé a conectar con más fuerza con toda clase de aves que venían cada día a visitar mi jardín, alegrándolo con sus adorables cánticos. 

Fue entonces cuando tomé consciencia de lo importante que era crear espacios adecuados para las aves del cielo, ofreciéndoles comida debajo de los árboles, construyendo una charca natural para que pudieran beber o colocando cuencos de agua bajo los frondosos árboles y en los grandes troncos que hay en mi jardín.

También me di cuenta, de lo importante que era colocar algún comedero para los pájaros más pequeñitos, llenos de colores, que abundan en esta zona, y acondicionar casas naturales para que pudieran hacer sus nidos en primavera y refugiarse del frío en invierno.

Observé en este periodo de tiempo, que hay muchas más aves en el cielo que alimentos disponibles en la naturaleza y en invierno, los parajillos necesitan todavía más atención, pues están faltos de alimento y cobijo, y cubrir sus necesidades es lo más hermoso y enriquecedor que puede hacer un ser humano.

En medio de este nuevo despertar hacia una mayor conexión con el mundo de las aves, me ocurrió algo que cambiaría también mi percepción hacia el mundo felino.

Un buen día, mientras observaba por la ventana de la cocina hacia el jardín, mi mirada se cruzó con un ser entrañable, un gatito gris atigrado que se había acurrucado, tumbado en la tierra, al lado de un limonero. 

Mientras yo le observaba, pareció sentir mi presencia y mira hacia mi ventana, en ese instante se cruzan por primera vez nuestras miradas.

Descubrí aquel día a un hermoso ser, con unos enormes ojos verdes que parecían esmeraldas y me quedé embriagada con su mirada y con la bondad que irradiaba su ser.

Yo nunca había tenido hasta entonces, el placer de experimentar la convivencia con ningún felino, pero este gatito llamó con fuerza a mi puerta. Entonces se me ocurrió comprarle un pack completo de latas de atún ecológico para gatos y pensé: “vale, guardo las latitas en la cocina, y si vuelve a aparecer, le preparo un plato especial con una de estas latas”.

Después de este encuentro, mi vida continuó con normalidad, pasaron unos días y de pronto una tarde, este maravilloso visitante de luminosos ojos verdes, aparece de nuevo, esta vez en el bosquecillo del jardín. Parecía ser muy asustadizo, pero al mismo tiempo yo notaba que estaba deseando que alguien le acogiera con amor y le alimentara como se merecía, atendiendo sus necesidades para así poder vivir plenamente.

Cuando le vi, inmediatamente pensé en las latitas de atún que tenía guardadas hace días para él, así que le pedí que me esperara un momento mientras iba a buscar algo especial que tenía guardado para él. Al poco tiempo, volví con un hermoso plato de porcelana que contenía una latita de atún ecológico para gatos, se lo tuve que dejar un poco alejado y muy despacio para que no se asustara. Me retiré en el momento en el que colocaba el platito en la tierra mientras le observaba, escondida, para que él sintiera confianza y se acercara. Y así fue, se acercó cautelosamente y en un instante, acabó con toda la comida que yo le había dejado.

Estaba tan agradecido de sentir que en este lugar tenía un nuevo hogar, que podría ir conquistando poco a poco, que a pesar de su gran timidez se subió a la terraza donde yo estaba y de un salto se puso de pie contra la fachada de la casa mientras movía sus patitas como diciéndome: “gracias, gracias, estoy muy feliz de este nuevo comienzo para mí”.

Este suceso me llenó de gran alegría y emotividad.

A partir de ese día, comenzamos un nuevo camino juntos de intensas aventuras, le puse de nombre Lucerito, y desde entonces ha ido ganando confianza conmigo y con sus compañeros de viaje, todos los gatitos que le rodean.

Entre ellos se ayudan ante las dificultades, y descubrí que cuando un gato que ha nacido en la calle encuentra un cálido hogar, se lo va comunicando a los demás, pues primero llegó Lucerito, hace ya tres veranos, pero después apareció la gatita Benjamina y al poco tiempo Mimosina y Bambini y así sucesivamente. 

Fue aquel un verano 2020 maravilloso, los cuatro animalitos venían a cenar en las cálidas noches de verano, y yo, poco a poco, fui captando sus horarios. A la luz de la luna y las estrellas luminosas, en la gran terraza que destiné para ellos, disfrutábamos juntos de unas maravillosas veladas veraniegas, mientras yo les cantaba las canciones de los niños de mis iniciativas Waldorf anteriores.

Fue maravilloso observar su felicidad.

Llegó el otoño y con él, el frío y la lluvia, tenía que cobijar a todos estos gatitos que habían estado conmigo en las cálidas noches de verano así que instalé en la terraza grandes mesas bajas de madera, con telas, cestos de mimbre, mantas naturales y lana de oveja, para que los gatitos pudieran conservar su calor, y repartí por el jardín más mesas de madera protegiendo las superficies de la lluvia; debajo, coloqué sus cestos con mucha lana de oveja y telas de franela naturales y calentitas.

Cuando en enero de 2021 llegó la borrasca Filomena con su gran nevada, pasé mucho miedo, pues mis nuevos amigos corrían peligro de morir de hipotermia.

Durante este año, más gatos habían venido a refugiarse en mi jardín, pero no sabía si en estas circunstancias alguno de ellos podría volver a aparecer.

Comencé a quitar la nieve del jardín y del exterior de la casa con una pala, abriéndoles caminos para que pudieran regresar, y al poco, apareció el primero, Lanas, un gato con una enorme cantidad de precioso pelo gris, después de él, llegaron Benjamina y Mimosina y casi de los últimos, Lucerito.

Gracias a un milagro, todos los demás aparecieron por la casa, pudiendo así salvar sus vidas.

Este suceso me hizo tomar consciencia de que tenía que ocuparme de todos los gatos que aparecieran, pues si por no aumentar su número, sacaba a algunos de ellos de mi jardín, a estos preciosos seres, les esperaría la muerte y la desolación, ya que tendrían que vagabundear por las calles en busca de alimento, sin cobijo alguno para pasar el gélido frio invernal. Los gatos duermen mucho y necesitan lugares adecuados para su salud y descanso.

La nevada que dejó Filomena me hizo tomar decisiones importantes, resolví con el corazón, que acogería a todos los gatos que necesitaran de mis cuidados para que pudieran tener la vida digna que se merecen.

Con el tiempo y mi dedicación hacia ellos, he aprendido muchas cosas, entre ellas algo muy importante, su sexualidad. Las gatitas, tienen normalmente dos celos al año, entran en esta fase en enero o febrero y se quedan embarazadas en dos ocasiones cada año, paren unos cinco gatitos de media por parto, es decir unos diez gatitos por gata al año, y no hay hogares suficientes para atenderlos a todos, así que imaginaros su destino.

Esta observación profunda de la sexualidad de los gatos, me hizo tomar decisiones para sus cuidados y me di cuenta, que no era suficiente con solo darles comida, cobijo y mucho amor, tenía que hacer algo más, tenía que esterilizarlos a todos para evitar un exceso de población y que las gatitas pudieran descansar de sus constantes partos, ya que son desgarradores para su cuerpo, pues el celo no termina con la edad y las gatas continúan pariendo hasta que se van al cielo.

Esterilizándolos, también conseguiría disminuir sus constantes peleas ya que, en ocasiones, se trataba de enfrentamientos mortales que les producían mucho dolor. He tenido que llevar a alguno de urgencia al veterinario que se estaba desangrando.

Este invierno, me armé de valor y realicé una ardua búsqueda para encontrar un veterinario de confianza. Di con unas profesionales en la clínica Zarcovet de las Rozas, expertas en gatos ferales, así que compré dos jaulas con puertas automáticas para los gatitos que no se dejan tocar y fui metiendo en un transportín a los que si se dejaban.

El trabajo que han realizado en la clínica Zarcovet con estos gatos ha sido extraordinario, ninguno ha tenido problemas después de la operación.

Después de estos tres años de intenso recorrido y aprendizaje con mis adorables gatos, he llegado a la conclusión de que necesito pedir ayuda y colaboración a las familias o personas amantes de los animales, para así poder continuar manteniendo este Santuario que el destino a puesto en mis manos.

Al aumentar el número de gatos y sus necesidades, no es viable económicamente para mí, sostener todas las necesidades de los ya conocidos y los nuevos gatitos que van llegando con el tiempo, y que, con su profunda mirada y sus adorables voces me dicen “miau, miau, miau tengo hambre”.

Deseo atenderles de la mejor manera posible, y para ello tengo que alimentarles saludablemente, crear nuevos cobijos para el invierno y llevarlos al veterinario para hacerles revisiones o esterilizarlos.

La unión hace la fuerza, y a través de mi iniciativa El Lirio Azul, he querido abrir este espacio, para que juntos, podamos unir fuerzas y evitar el sufrimiento de los animales.

Serafín
Serafín
Dante, Petrusca, Grimpi y Lince

Los que así lo deseéis, podéis colaborar con una aportación económica que ayudará al buen mantenimiento y sostén de estos felinos tan necesitados.

Toda colaboración será muy bien recibida, desde la más pequeña hasta la más grande pues con ellas podré continuar sosteniendo sus vidas y cuidados como, alimentación, cobijos nuevos, esterilizaciones para los nuevos recién llegados, todo lo que un animal necesita para sentirse pleno y feliz.

Actualmente yo estoy poniendo la fuerza física y económica, pero en estos momentos necesito diversificar la parte económica, entre todas las personas a las que les sea posible colaborar, para así, poder seguir sosteniendo esta gran familia que somos.

Bienestar Animal
Benjamina

Este verano julio 2022, aumentó la familia felina, tenemos actualmente recién llegada Candela con sus tres adorables bebés, del tamaño de la palma de una mano, se les está cubriendo las necesidades, de cobijo, alimento, juego, y mucho amor.

Sin mas, agradecimiento para todas aquellas personas que quieran formar parte del sostén y mejoramiento de los gatos abandonados en las calles, para poder solventar este problema en la mayor brevedad posible.

Los animales son patrimonio de todos, debemos erradicar el abandono de todos ellos.

La unión hace la fuerza
Cristina: Cuida a los animales y vivenciarás la felicidad
Bienestar Animal
Casitas para resguardar los gatos
Santuario particular de mis gatos resguardados de la calle
Mimosina resguardada del calor
Colaboración

Para todas aquellas personas que desean colaborar con aportaciones económicas, o con comida natural para los gatunos, lo podéis hacer por Paypal o Bizum (609 455 968).

A tal efecto, puedes ponerte en contacto conmigo a través del siguiente formulario:

    O si lo prefieres, puedes ayudar por Paypal

    Envía tu donativo por Paypal a través del siguiente código QR:

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